Pase lo que pase, GRANDE MK

… Y finalmente, hoy termina la temporada. La MEJOR temporada de la historia del MK. Y llega cuando, justo hace exactamente un año, nos planteamos incluso desmantelar el equipo.

El descenso voluntario, para salvar el grueso de la plantilla matriz, podría quitar mérito a la temporada que hemos realizado. Que un equipo de “mitad de tabla” en una división superior, pueda llevarse “de calle” la Liga en una división inferior, puede parecer sencillo. Pero aunque los números puedan mostrar lo contrario, ha sido una temporada exigente. Dura.

Llegar a la última jornada sin haber perdido ni un solo partido (17 ganados, 5 empatados), podría haber sido signo de tranquilidad, de una temporada cómoda. Fácil. Pero cuando en estas circunstancias llegamos a la última jornada jugándonos la Liga en el partido final, es que ha habido, al menos, un equipo más que nos ha llevado al límite. Un equipo que hace que llegáramos a la última jornada jugándonos la competición casi perfecta en un solo partido. Una derrota, la que podría haber sido la única, ¿hubiera dado al traste una gran temporada?

Pero no, ganamos. ¡Y cómo ganamos! La Liga es nuestra. De todas las competiciones, de todas las divisiones y grupos, hemos sido el único equipo que termina la competición liguera con un 0 en el casillero de derrotas. Increíble. El único imbatido de una centena de equipos. Y para poner el broche, cuando no contábamos con ello, también terminamos siendo el equipo menos batido de nuestra Liga gracias a esta última victoria.

Cuando parece que podría haber sido suficiente, tenemos el torneo de Copa. Un cuadro que se podría definir como “fácil”… pero ¡qué cojones! Llegamos a la final con 14 goles a favor y ninguno en contra en tres eliminatorias jugadas. Y jugando muy bien.

En una temporada extraña, con déficit de equipos, pero que al final se hace larga (casi terminamos en julio) llegamos en un momento espectacular a la FINAL de Copa. Entre medias, nos hacemos con un torneo insípido, pero al que hay que darle la debida relevancia porque nos ha ayudado a mejorar lo que no creíamos que se pudiera. Otro logro más, que no hay que desmerecer tras un triangular para enmarcar.

Y es turno de la FINAL. En el último mes y medio, una derrota significaba terminar la temporada. Pero ahora, acaba ganemos o perdamos. La mejor arenga es mirar atrás y tener presente cómo hemos llegado hasta aquí. La mejor arenga es que este ÚLTIMO partido es para disfrutarlo. Obviar el resultado, disfrutar y saber que cuando llegue el pitido final, pase lo que pase, será momento para celebrar con la cabeza bien alta este año irrepetible.

Vamos a jugar la MEJOR de las finales contra un rival desconocido. Todo puede pasar, GANAR sería el éxtasis; perder,… SÓLO una posibilidad. GANAR sería la guinda del pastel. Perder… ¿emborronaría la temporada que hemos hecho? Nunca.

Pase lo que pase, somos muy GRANDES.

Orgulloso de seguir formando parte de ésto.

Fdo. "Marko"